Antonio Banderas y Paula Echevarría.
¿Qué les dicen estos nombres? Aparte de dos grandes intérpretes ambos
han fueron distinguidos el pasado mes de febrero como los famosos con
los que más fantasean las españolas, por un lado, y los españoles, por
el otro. ¿Coinciden con la mayoría? ¿No? ¿Acaso prefieren a los que les
siguen en la clasificación? ¿Gerard Piqué o David Bustamante? ¿Sara
Carbonero o Romina Belluscio? ¿Mejor? Desde luego hay para todos los
gustos.
"Representaciones no destinadas a ejecutarse",
así definió Freud a las fantasías sexuales. ¿Qué hay de cierto en ello?
¿Nunca se convierten en realidad? Por otro lado, ¿son ellos quienes más
tienden a imaginar situaciones un tanto complicadas de llevar a cabo?
Parace que es así. Según un estudio del diaro 'El Mundo' el 70,6% de los hombres y el 47,8% de las mujeres afirma fantasear a menudo con el sexo,
La diferencia es considerable. ¿Y en qué piensan? ¿Qué les pone más?
Admitiendo ciertas excepciones a lo común, que las hay ya que cada
maestrillo tiene su librillo, vamos a reflejar aquí lo que deducen las
encuestas.
Para ellas
Cuanto mayor es la capacidad para fantasear de la mujer,
mayores son sus sensaciones eróticas y sus orgasmos más frecuentes y de
mejor calidad. Según el portal terra.es, imaginan con más frecuencia
situaciones en las que son protagonistas como receptoras,
es decir en actitud un tanto pasiva. Y aquí encontramos un dato que
puede chocar a más de uno: el morbo para ellas se aumenta si hay otra
mujer de por medio, una hipótesis homosexual que no sucede en el caso de
los hombres. Pero ambos géneros sí comparten un porcentaje: ese 71% que fantasean durante el coito.
La masturbación constituye el momento ideal para que la mujer fantasee al estar sola consigo misma y en un 80% del total lo hace con su pareja como objeto sexual.
Pero es durante las ensoñaciones diurnas (soñar despiertas) cuando se
construyen las fantasías más detalladas: desde lugares exóticos hasta
transformación de la realidad, todo vale. ¿Y en qué se inspiran?
En deseos reprimidos, acontecimientos recientes, hechos que producen
temor, utopías...ya sea con la propia pareja o con un desconocido.
Veamos las fantasías más comunes para las mujeres:
-En primer lugar: un 28% imagina prácticas sexuales que consideran que nunca van a poder hacerlas realidad, respondiendo de esta forma al carácter ocioso que define a las fantasías sexuales.
-Sexo con un desconocido o casi. Un 21% desean acostarse con alguien visto por casualidad en la calle, en el lugar de trabajo, en un pub...
-Un 19% fantasean con que son obligadas a tener relaciones sexuales por conocidos o desconocidos.
Este es el caso, sobre todo, de las más jóvenes. Y es que estar
indefensos ante el otro puede ser excitante para muchas personas muy
resolutivas en la vida real, lo que no implica, como alguno pueda
deducir, que tengan deseos de ser violadas. Nada más lejos de la
realidad.
-Solo un uno por ciento menos (el 18%) imagina que participa en un trío o una orgía con más de una persona del sexo opuesto.
-Como decíamos antes, imaginar relaciones lésbicas
es una de las fantasías preferidas de las mujeres, en concreto, la
quinta con un 11%. ¿La razón? Ellas tienen el mismo gusto que los
hombres por la belleza femenina y son capaces de admirarla sin tabús
homófobos.
-Por último, obligar a alguien a tener relaciones sexuales
sin su consentimiento o con un asentimiento forzado es otra de las
fantasías que ocupa la mente femenina (concretamente de un 3%). Este
mínimo porcentaje se debe que exigiría ser más activa que pasiva, lo que
choca, como vimos al principio, con la naturaleza de la mayoría de las
mujeres.
Para ellos
Los hombres distan mucho de las mujeres a la hora de
fantasear en tanto que siempre 'sueñan' con ser ellos quienes lleven las
riendas de la situación, en un comportamiento totalmente activo. Como
comentábamos con anterioridad, un 71% da rienda suelta a su imaginación
durante el coito, nunca con el mismo género sino con su propia pareja en un contexto sexual distinto o bien directamente con otra mujer.
Al igual que la mujer, el hombre aprovecha la masturbación
y las ensoñaciones diurnas para fantasear. Pero a diferencia del género
femenino, el objeto sexual no es su propia pareja sino otra 'compañera
de reparto' ya sea conocida o uno y además van más al grano: no suelen
inventarse situaciones complejas. Por el contrario, ellos y ellas
fantasean con sus parejas, durante la masturbación, en proporciones
aproximadamente iguales: 75% ellos y 80% ellas. Pero sí que se
encuentran diferencias en otros aspectos del fantasear masculino.
Veamos las fantasías más comunes para los hombres:
-La práctica sexual con desconocidas. Un 47% lo prefiere por encima de todo.
Como comentábamos antes, da igual que sean conocidas o no. Y es que la
variedad es un tema muy recurrente en la fantasía masculina.
-Tener relaciones sexuales con varias mujeres a la vez es otro de los 'fetiches'. Un 33% fantasea con ello. Los jóvenes, por encima del resto.
-Aquellas situaciones que nunca se darían en la vida real, por muy complicadas que sean. El 28% de ellos fantasean con ello, aunque les cueste esfuerzo hacerlo.
-Obligar a una mujer a tener sexo
es la cuarta fantasía de los hombres. Pero, ¡ojo!, al igual que en el
caso de las mujeres, esto no quiere decir que entre el 13% de elllos que
imaginan esta situación nos encontremos con un violador en potencia.
Simplemente responde a su naturaleza de "hacedores" en la cuestión
sexual.
-Precisamente por esa condición de dominadores, solo un 10% de los hombres desen ser sometidos en la cama,
es decir bajo control de la mujer. Los de más edad tienden a abandonar
esta fantasía, como si la experiencia hiciera la idea menos atractiva.
-Para finalizar, solo un 7% de los hombres fantasea con tener relaciones sexuales con miembros del propio sexo
y es que sigue siendo una cuestión inquietante para muchos de ellos. El
mismo tipo de homofobia, la que nos referimos, que impide a muchos de
ellos aceptar y disfrutar caricias sexuales en el ano, aunque se las
proporcionen sus parejas femeninas. Se trata de un condicionamiento
cultural que implica tanto a hombre como a mujeres.
Aparte de todas las fantasías aquí mencionadas siempre nos encontramos con quien prefiere jugar en la cama, ya sea con diversos y variados tocamientos o animaciones diseñadas explícitamente para la pareja. Sin olvidar los juguetes eróticos como vibradores, lubricantes o anillos. Otros, los menos, tienen tendencias al sadomasoquismo, mientras que más son los que optan por disfrazarse e imaginar situaciones ficticias. También hay quien tiene sus fetiches: pies, zapatos, joyas, cuero...
¿Y a usted qué le pone? ¿Se siente partícipe de algunos
de los grupos que hemos descrito? ¿Añadiría alguna nueva fantasía?
¿Conoce nuevos 'objetos y métodos de imaginación'? Para gustos....
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